Coincido plenamente con el planteamiento de
manuel_nmn al afirmar que la discriminación positiva es simplemente discriminación, y por tanto
injusta.
También creo que es
inconstitucional, ya que, todos sabemos que la Constitución en su artículo 14 dice, textualmente:
“Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
Sin embargo, pese a lo injusta que pudiera parecer, y por muy inconstitucional que sea, me temo que este es un tema político en el que poco podemos hacer (al menos, hasta dentro de otros 3 años cuando vengan las próximas elecciones generales). Ya he oído al Ministro de Administraciones Públicas afirmar en varias ocasiones, como si de un mantra se tratase, que es natural "feminizar la Administración". Es decir, que esto va a ser así, y punto.
No es la primera vez que nos enfrentamos a éste tipo de legislación hembrista (antónimo de machista) porque, ya nos colaron por la escuadra una ley contra la violencia de género que es igualmente injusta e inconstitucional. Dicha ley solo protege a las mujeres maltratadas por hombres, y no a la inversa, ni a cualquier otra combinación de sexos que se pueda establecer para víctima y agresor. En mi opinión, habría sido mucho más justo aprobar una ley que castigase la violencia doméstica
en su totalidad, independientemente del sexo de la víctima. Sus defensores esgrimieron en su momento la abrumadora (a la que debo añadir el apelativo de innegable) mayoría de víctimas femeninas a manos de sus parejas masculinas, su mayor proporción sobre el total de víctimas, para justificar que así debía ser la ley. Esta justificación es demagógica como pocas, pero consigue su objetivo, captar los votos de un público radicalmente hembrista. Con una ley que castigase la violencia de género en su totalidad las mujeres maltratadas por hombres habrían estado
igualmente protegidas, pero
también lo estarían los hombres maltratados por mujeres, las mujeres maltratadas por mujeres, etc.
En el caso de los procesos selectivos se dice que la infrarepresentación debe ser corregida. Es decir, una vez más el Gobierno vuelve a usar el estadístico argumento de la proporción sobre el total para discriminar y tratar de captar más votos vendiéndolo como un logro electoral.
Para terminar mi exposición voy a hacer una predicción: estoy convencido de que el porcentaje de mujeres aprobadas en el proceso del MAP-A de este año, será sospechosamente superior al 32’8% de las mujeres que según
Radikal se han presentado a la convocatoria. Por decir una cifra, creo que estará en una horquilla de entre el 45 y el 50%. Se admiten apuestas.